Crónica de mi parto inducido (Parte 2) 12


Aprovecho que Valeria me da una tregua para sentarme de nuevo a escribir en el blog y continuar contando cómo fue mi parto.

Como os decía en este post, el día 29 diciembre a las 09.00 ingresábamos en el hospital. Entramos tranquilos, pero con la incertidumbre de no saber cómo iba a ir todo y por supuesto con la única certeza de que en un máximo de tres días conoceríamos al amor de nuestra vida.

Imagen2

Lo primero que hicieron fue despojarme de mi ropa y darme un camisón de Cristhian Dior, como diría mi matrona. A continuación me reconocieron para saber si había empezado a dilatar algo por iniciativa propia…pero nada, aquello estaba más verde que verde! Después de rellenar una serie de documentación y de hacerme una serie de preguntas sobre mi historial médico y mi embarazo me explican en qué va a consistir el tratamiento para inducir el parto… Empezaríamos aquella misma mañana con las tiras de prostalgina. Son como una especie de tampax pero mucho más finos que te introducen vía vaginal y que lo que hacen es  provocar las contracciones. Su efecto no es inmediato. Podríamos estar así hasta tres días. La idea era estar el primer día con la tira puesta, por la tarde se retiraba, y al día siguiente repetir el proceso. Si en esos dos días no se desencadenaba el parto, al tercer día empezaríamos con oxitocina… Aunque rezaba para no llegar a esta situación…

Una vez nos explicaron todo, estuvimos dos horas monitorizados para controlar las contracciones y el latido fetal. Pasado ese tiempo, me colocaron la tira y volvieron a monitorizarnos para ver el efecto de la hormona en mi cuerpo… Pasado un tiempo, nos subieron a la habitación…había que tener paciencia.

Por la tarde algo en mi cuerpo me decía que aquello que me habían puesto estaba empezando a hacer efecto. Recuerdo la visita de mi madre y mi suegra y hasta las conversaciones con ellas me molestaban. Quería estar sola y tranquila… Recuerdo decirles medio en broma que aquella tarde les permitía estar hablando como cotorras en la habitación pero que al día siguiente no las quería escuchar hablar tanto!!

A eso de las 7 de la tarde volvieron volvieron a monitorizarme para seguir controlando la contracciones. Me quitaron la tira de prostalgina y a seguir teniendo paciencia…Las contracciones eran aún suaves. Subimos de nuevo a la habitación y las molestias que ya había empezado a sentir por la tarde empezaron a aumentar. Apenas cené porque no tenía apetito (que sabio es mi cuerpo que sabía que no debía comer mucho). La contracciones poco a poco fueron en aumento. No eran aún muy dolorosas… recuerdo aliviarme paseando por la habitación, apoyándome en la cama cuando venía el dolor, respirar como nos habían enseñado…

Eran ya las 22.00 h cuando empiezo a sentir una humedad en mi cuerpo, aquello no podía ser flujo, estaba demasiado mojada… había roto aguas!! Eran claras por lo que en principio todo iba bien! Inmediatamente llamamos a las enfermeras y nos bajaron de nuevo a paritorio. El reconocimiento de la matrona nos dijo que la cosa iba lenta. Solo había dilatado 1cm y los dolores eran cada vez más fuertes y seguidos. No había tregua entre uno y otro. Si tenía que estar así hasta los 10 cm me moriria!!. Le pedí un calmante para poder relajarme entre contracción y contracción. Pedí que me dejaran moverme pero no había posibilidad (no entiendo porqué). Recuerdo los dolores de las contracciones, una ganas tremendas de empujar. Aquello iba muy rápido. Cada vez que venía una me agarraba fuerte a la mano de PapaLittle, respiraba… y de repente pasaba hasta que llegaba la siguiente. Realmente son los único dolores de parto que logro recordar…

Pasó un tiempo, no se cuanto porque perdí la noción. De repente llega el ginecólogo y ve el registro de las contracciones. Nos dice que la cosa va lenta y que había que hacer cesárea porque nos podíamos tirar así tres días. Cesárea no por favor!! Menos mal que se le encendió la bombilla y me dijo, voy a hacer un tacto! De repente dice… “Si estas completa!”. No me lo podía creer había dilatado 10 cm! Ya decía yo que aquello dolores no eran de 1cm. Al partitorio!!! No dío tiempo a plantearme epidural ni nada por el estilo. Por un momento me entró miedo al dolor del expulsivo, pero no había opción. Había que seguir adelante con aquello como fuera!!

Fuimos caminando a la sala donde estaba el paritorio. A cada contracción iba parándome por el pasillo  para soportarla. Me subieron a la camilla y empezaron los pujos al compás de cada contracción. Me costó cogerle el truco a la respiración, pero al final conseguí hacerlo. No recuerdo dolor, recuerdo alivio, recuerdo las ganas de acabar, de que aquello pasara para conocer a mi pequeña. Papalittle no entró en un primer momento. Sabía que aquello le asustaba un poco y le dije que estaba bien, que si no quería que no entrara. Al final entró. No me preguntéis cuando porque no lo ví. No recuerdo nada de lo que pasaba a mi alrededor. Estaba en otro mundo, solo quería empujar y que mi pequeña saliera. Tuvieron que hacer uso de ventosa porque al parecer se había desplazado del canal de parto (de esto me enteré después). También me enteré que venía con vuelta de cordón (nada fuera de lo normal). Incluso recuerdo al ginecólogo achuchándome la barriga… Si… creo que fue la famosa maniobra de Kristeller….esa que había pedido en mi plan de parto que no me realizaran! No recuerdo cuanto tiempo pasó… pero repente mi pequeña salió y me la pusieron encima! Fué un momento que jamás olvidaré. Papalittle me contaba después que solo sabía decir “Mi niña” “Mi niña””Mi niña”… yo no lo recuerdo pero no me extraña. Era mi niña y la sensación más bonita del mundo.

A las 00.10 nació Valeria, con 2.330 kilos llenitos de amor.

¿Que recuerdos me quedan de mi parto? A pesar de todo…momentos preciosos, satisfacción por saber que parí a mi niña, sin epidural, que sentí todo en cada momento. No recuerdo dolor, solo en el momento de la dilatación, pero nada que no pueda soportarse. Pero sobre recuerdo la sensación de que en aquellos momento no era yo. Desconecté por completo del mundo racional y me dejé llevar por la mujer mamífera que todas llevamos dentro! Creo que esto fue lo que me ayudó a que todo fuera tan rápido.

Abrazos amorosos

firma


Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información Básica Sobre Protección de Datos
Responsable:
Ana Isabel Castaño Portillo | Finalidad: Gestión y publicación de los comentarios del blog | Legitimación: Consentimiento | Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal | Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional, en info@creciendoycriando.com | Información Adicional: Puede consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos https://www.creciendoycriando.com/politica-de-privacidad/

12 ideas sobre “Crónica de mi parto inducido (Parte 2)